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nº 28- EL SHEMÁ- Diario de un asistente- PARTE 3..
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Continuamos con el diario del asistente. Nos habíamos quedado en el viernes ya de madrugada, tras el lucernario. Siguen las catequesis por medio de la mujer del anterior catequista.
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" Entonces subió al atril su esposa para continuar con otra catequesis. Ella decía:
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"Parece que no entendemos que significa esta palabra. Esta palabra viene a convencernos de que estamos en tinieblas y en pecado. Todos debemos ser cristianos y sabemos de que va esto. La Iglesia se para hoy y nos pregunta:"¿Qué es la luz?" y esta palabra es el Shemá cumplido en Cristo. Todo esto ha sido cumplido en Cristo. Por naturaleza nosotros no podemos amar, pero si Cristo se encarna en nosotros sí que podremos amar. Él ha cumplido toda esta palabra pero en nosotros también se cumplirá porque ha derramado su Espíritu Santo, así podremos amar como Él.
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Es incómodo vivir en la noche, nos tiene en tensión y la luz nos alivia, eso implica que el hombre sin Dios no vé nada y cae, cae, y es esclavo del egoísmo y a través de San Juan nos alerta para no seguir cayendo en pecado.
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No nos podemos creer Santos ni puros sino que estamos en pecado y nos dice: -Esto es por puro amor- Dios nos ama y no quiere que muramos en las Tinieblas. Dios nos ama y nos dice como salir de allí. La causa de nuestro sufrimiento es egoísmo y no sabemos como salir de él. Cristo, que es el amor, manda el remedio que es la luz.
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¿Por qué no podemos amar al otro? pues por una razón muy sencilla: porque no hemos creído en el nombre del Señor, así vivimos esclavizado en la pereza, en el egoísmo y en más cosas.
Cristo nos manda su nombre y que creamos en Él. Su nombre es PODER. ¿Qué me esclaviza? ¿Qué me mata?, pues todo eso que te esclaviza y parece invencible cae ante el PODER de Jesucristo. Debemos creer en el nombre de Jesucristo, así podremos salir de este egoísmo.
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Si no ocurre esto estaremos en sufrimiento constante. Y ya se os ha anunciado en NOMBRE y todo aquel que invoque el Nombre de Cristo, el nombre del Señor, rompe con el odio, pereza, soberbia, lujuria,..etc.
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Los catequistas sabemos si creéis en Dios o no creéis según como amais a vuestros hermanos.
Y ese amor es DAR la Vida por el otro. Cristo es el único que puede hacerlo. Él me lo quiere dar. La invocación será vana si no creeemos en él.
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Pensamos que todo lo podemos resolver y no es así. Dios se ha acordado de mi esclavitud y me manda a Cristo. Si quiero salir de lo que me mata lo invoco y saldré de ahí. Cuando quiera salir la invocación es el camino. Todo esto estará en la Comunidad.
Nuestro pecado es que creemos que amamos a Dios y sin embargo no amamos a los hermanos. Existe la murmuración, el odio..etc. Nadie ama a Dios y aborrece a su hermano. Si pasa eso, si amamos a Dios pero odiamos a nuestro hermano, somos como un asesino, y ningún asesino tiene vida.
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Hoy la Palabre viene a iluminarnos diciendo que DE CRISTIANO NO TENEMOS NADA DE NADA. Sabemos que existen los roces y de ahí sale el odio, la murmuración y no podemos amar y entonces no podemos decir que amamos a Cristo.
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Debemos perdonar, si no perdonamos no saldremos de la noche y no seremos felices. Hoy Dios dice que estamos en tinieblas. Cristo nos está quitando de nuestro engaño. Podemos HOY convertirnos porque sabemos donde estamos y como podemos salir de esta situación. El mundo te ata más y más. Todo el que no ama no es de Dios. No podemos servir a Dios y a los malos pensamientos a la vez. Somos del diablo. El que está en Cristo no peca porque el germen, que es el Espíritu Santo, el bautismo, está en él y en nosotros debe resucitar y ser cada vez más grande.
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Como nos cerremos el Espíritu Santo se vá y entra el maligno y nos mata más y más.
El hombre siempre quiere tener más poder y por eso mata por el dinero. Somos esclavos contínuamente y no somos libres y sufrimos. Sufrimos por ser el primero y nos esclavizamos y cuando no somos los primeros acabamos envidiando al otro que es más que nosotros y nos entra ganas de matarlo, todo por ser el primero.
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Y eso lo vivimos porque somos esclavo del demonio, queremos que siempre nos amen y nos respeten como a los primeros. Y Dios manda a Cristo para deshacer este engaño.
Es como un hombre que está amarrado y está esclavo, de repente, viene uno y le rompe las ataduras....pues esta es la Obra que Cristo quiere hacer en tí.
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Por el pecado estamos esclavizados. Vemos que nos doblega el pecado y no podemos evitarlo y por eso nos escondemos en la oscuridad y no queremos salir a la luz. La enseñanza de Crito está en el Lucernario. La luz entra poco a poco porque si Dios nos pone todo lo malo que somos a la vez, nosotros nos escandalizaríamos tanto de nosotros mismos que diríamos ¡ qué monstruo somos!. No nos conocemos, somos asesinos...o más que esto.
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El que siemrpe juzga al hermano es ese asesino. Y creemos que somos felices así....
Cristo viene a decirnos donde se encuentra la Vida eterna y la verdadera felicidad. Así podemos amar a Cristo. Amando a otro y cargando con el pecado de los demás obtendremos la libertad. Por eso el Cristianismo es una Buena Nueva, es la liberación para el hombre.
Queremos ser otro porque no nos aceptamos y buscamos sexo, drogas, cargos...etc. No nos conocemos pero Cristo quiere hacer una maravilla con nosotros. Cristo quiere que participemos en su boda. Y para eso vendemos lo bienes, como se os comunicó en los Primeros Escrutinios.
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Si hay que vender los bienes. ¡¡¡ Pues se venden y punto!!!, que es lo mejor.
Como no demos fruto nos pasará como a la higuera seca del Evangelio: ¡¡¡ Cristo nos cortará !!
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El cristianismo No es un moralismo, no es una religión que nos deprime, eso es falso, la verdadera libertad está en AMAR. Menos mal que hay uno que guarda la viña y nos dá otro plazo...y este plazo es el tiempo del catecumenado. Esta convivencia es muy importante. Mañana veremos si hemos dado fruto.
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El Mundo quiere arrebarnos todo, pero Cristo nos dice que las tinieblas pasarán. Siempre ocurre, la luz verdadera brillará. Creer en Cristo nos puede cambiar y en el Shemá puede ocurrir. En tantas convivencias como esta hemos visto a gente dificilísima, y al final Cristo ha podido.
Si alguno peca tenemos un abogado de primera que es Cristo que aboga ante Dios por el mundo entero. Esta palabra es una palabra de salvación. No viene a condenarnos sino a decirnos "ánimo" "vengo a Salvarte, a darte la Luz", por eso, cuando veamos nuestros pecados no debemos tener miedo sino confianza en Cristo.
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Aquel que reconozca su pecado y ponga su boca en el polvo y grite: "Dios ten piedad de mí", ese será humilde y esa humildad debemos hacerla aquí y no es fácil.
Todo el que tenga rencores está en las tinieblas. Lo que hemos visto se MANIFIESTA aquí y podremos creer en la vida eterna. El mundo cree en el dinero, en las carreras, en la moda..etc, y eso no es lo importante porque al final todo pasa,...menos la vida eterna, que no acaba nunca.
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En definitiva: SOMOS PECADORES. Y esa verdad y el Shemá nos hará libres y felices. No se trata de pasarlo bien ni de tener mejor asiento sino de ver a Cristo, porque lo necesitamos.
Debemos aprovechar este paso YA. Debemos hacer silencio y que la palabra se haga Luz dentro de nosotros, luz verdadera, que nos haga ver lo esclavo que somos y que no tengamos miedo. Reconocer y apoyarnos en Dios. En el silencio reconocemos nuestro pecado y debemos pararnos a verlo y pedir ayuda, salir de las Tinieblas.
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Es hora de ver dentro de nosotros. Esta Palabra nos trae al Señor a hacer Luz dentro de nosotros y no tener miedo porque no nos vá a condenar. Ten confianza en Él.
Tenemos necesidad de estar curados y ser un Hombre Nuevo. Debemos entrar en el Silencio y de aquí depende nuestro camino.
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Si queremos pasar a ser Cristiano: OBEDECE, y saldremos como hombre nuevo y no huiremos. El aceptarnos pecadores no será amargura sino el inicio de una nueva vida. Todos buscamos la felicidad donde no nos la van a dar, donde no la vamos a encontrar.
La felicidad es el Amor de Dios, que es gratuito sobre tí, pero para eso debes reconocerte pecador. El hombre libre es el hombre feliz. Esta palabra debemos cogerla y verla. El adviento es maravilloso para esto. Dios no viene a condenarnos, sino a AMARNOS y darnos VIDA.
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Estaremos a partir de ahora sin hablar toda la noche con nadie. No diremos nada a los demás, ni las buenas noches, para que la palabra retumbe en nuestro interior.
Ahí está el Silencio.....¡¡HABLAD, REZAD CON EL SEÑOR!!"
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A continuación nos vamos a dormir a las habitaciones sin poder hablar ni una palabra con los demas asistente. Eran la 1:00 de la madrugada y el cansancio nos tenía agotados.
Continuará con la entrega siguiente.
