15 de noviembre de 2008

nº 27- EL SHEMÁ- Diario de un Asistente. PARTE 2.

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nº 27- EL SHEMÁ- Diario de un Asistente. PARTE 2.
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Nota del Autor del Blog:

Lo habíamos dejado en el viernes por la noche, justo antes del Cominenzo del Lucernario. Continuamos con el diario:
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Antes de realizar el lucernario, el catequista empezó otra breve catequesis donde decía: " Hay una dualidad entre la luz y las tinieblas, eso viene de antiguo. La Pascua también empieza con un lucernario, porque Cristo es la Luz, Él es el que vence a la muerte y eso no es teatro.
Es un signo real, ¡REAL!, porque todo lo que representa no es un cuento. La Luz es igual a Dios y Dios es amor.
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En Dios no existen las tinieblas. Todos venimos cargados de tinieblas. Cuando apaguemos las luces nos queraremos todos en la más absoluta obscuridad. No habrá ninguna luz en este rito, estaremos cantando en la oscuridad hasta que entre el sacerdote con el cirio encendido representando a Cristo como la Luz del mundo.
Veremos como nos rodea la oscuridad. La oscuridad es la soledad, el egoismo que nos quita el horizonte. Luego descubres a tus hermanos alrededor. Con el amor te das cuenta de tus hermanos. Y veremos como El Señor nos saca de las tinieblas para entregarnos a los demás.
Hoy en día nadie está libre de pecado. Todos estamos con tinieblas y necesitamos a Cristo, que nos ilumine y nos saque de la ceguera, del egoismo. Esta convivencia es especial porque depende de ella todo lo que de ahora en adelante pase.
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El de HOY es un Lucernario nuevo. Ánimo, es peligroso coger el pasado y proyectarlo hacia adelante. Si los demás fueron malos, olvídate, alomejor en esta convivencia te conviertes y tu vida cambia. Cristo se ha empeñado en hacernos Cristianos de verdad y no cristiano como tú querías, sino como Él quiere, dentro de este Camino Neocatecumenal.
El el Señor el que te llama a este Camino, que para tí es el ÚNICO Camino y no existe otro. Si no fuera así no estarías ahora aquí. Esta es una Señal de que Dios te quiere aquí.
¡¡ Ojo al casancio, ¡¡vigilad!!, estad vigilantes porque NOS VÁ LA VIDA!!
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Realización del Lucernario.
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El Salón donde estamos reunidos es grande y todos estamos sentados en forma de hemiciclo mirando hacia el atril donde se dan las catequesis. Detás de este atril están los Catequistas sentados.
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A continuación se apagan todas las luces. No vemos nada. Creo recordar que estaremos rondando las 12 de la noche.
El catequista canta con voz fuerte en la oscuridad:
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"Cristo es la luz"
Respondemos todos al unísono:
"Cristo es la luz"
Vuelve a repetir:
"Cristo es el Camino"
respondemos:
"Cristo es el Camino"
Todos repetimos a continuación:
"Él el la Salvación"
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Todo esto se va repitiendo una vez y otra vez. Mientras vemos al Sacerdote con un gran cirio levantado y encendido al fondo de un largo pasillo. Mientras se recitan estos cantos el Sacerdote va acercándose progresivamente a la asamblea. Al poco ya está entre nosotros. Todos repetimos los cantos hasta que coloca el cirio en el pedestal previsto, tras cantar en esa penumbra, se acaba el rito.
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Se encienden las luces y el catequista continúa con su catequesis:
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"Ya hemos hecho el lucernario, como podeis observar todo ha sido maravilloso. Ver como gracias a la Luz, que es Cristo, tú descubres a otros hermanos que están a tu alrededor en la oscuridad y te alegras y gritas: !! Cristo Jesús es el Señor !! !! Aleluya!!.
Hemos invocado el espíritu y seguimos con todo esto, ¡¡ a ver que maravilla nos tiene preparado el Señor hoy !!
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En el Lucernario hemos estado mucho tiempo a oscuras y algunas personas se han puesto malas -(Se refiere a personas mayores que se marearon a oscuras, y por las cuales, por cierto, no se paró el acto) -pero ha sido alucinante.
Miro el reloj, son ya las 12 de la noche. A continuación leen una lectura del Evangelio según San Juan. El catequista continua, tras él, con la catequesis:
"Esta palabra viene a hacernos ver la luz en el interior, a que nos ilumine. Esta será nuestra última palabra. La lectura dice que Cristo es el Camino, la Verdad y la vida. Es la vida eterna y nosotros damos testimonio de ello. Si alguno de aquí es un pecador que sepa que ¡¡ Dios te quiere, hermano!!. Que nos amemos los unos a los otros."
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Catequesis dada por la esposa del Catequista principal:
A continuación se retira del atril y se incorpora ..( ) .. , es su mujer que nos va a dar otra catequesis.
Empezó a decir:
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